La salud mental se refiere a tu bienestar psicológico general, incluyendo la forma en que te sientes contigo, la calidad de tus relaciones y tu capacidad para manejar tus sentimientos y lidiar con las dificultades, el estrés de la vida. Todo lo cual influye en tu productividad laboral.

He aquí algunas sugerencias para mejorarla:

1 Replantear nuestros pensamientos inútiles o tóxicos.

La forma en que pensamos, sentimos y nos comportamos están definitivamente vinculadas. Preocuparnos o enredarnos en pensamientos negativos no favorece nuestro bienestar. Debemos enfocarnos en lo bueno de la vida para ayudarnos a sentirnos más relajados y enfocados, para así tener una mejor actitud en todo.

2 Mantenernos activos

Mantenernos activos es tan bueno para el cerebro como para el cuerpo. El ejercicio o la actividad regulares pueden tener un gran impacto en tu salud mental y emocional, aliviar el estrés, mejorar la memoria y hasta te ayudar a dormir mejor. No es necesario acudir a un gimnasio, una buena caminata o realizar cualquier actividad física y mental con la que te sientas a gusto sumará a tu bienestar.

3 Comer una dieta saludable para apoyar una salud mental fuerte.

Los alimentos que siempre nos indican que pueden mejorar nuestro estado de ánimo incluyen el pescado graso rico en omega-3, nueces (nueces, almendras, anacardos y maní), aguacates, frijoles, verduras de hoja verde y frutas frescas… Aunque de vez en cuando también es recomendable no ser tan estrictos y darte un gusto, comerte algo que simplemente te encante, como algún postre, eso te subirá el ánimo con toda seguridad.

4 Encuentra el propósito y el significado.

Esto es diferente para todos, pero siempre coincide en esto: si te hace sentir bien y no hace daño a nadie, hazlo. Participa en una actividad que te haga sentir útil, pasa tiempo de calidad con las personas que te importan para hacer un buen intercambio de energía positiva.

5 Estar en el presente.

Podemos obtener una mejor perspectiva si nos tomamos el tiempo para ser conscientes de nosotros mismos y estar en el momento presente, atentos a nuestros propios pensamientos y sentimientos, y el mundo que nos rodea.

6 Seamos agradecidos.
Está comprobado que vivir en gratitud disminuye la presión arterial, ansiedad y la depresión. Tu sistema inmunológico se vuelve más fuerte, logras tener mayor optimismo, felicidad y fuerza mental. Todo lo cual es imprescindible para elevar tus niveles de energía y productividad. Practicar la gratitud puede ayudarte a ver tu vida de manera diferente.

7 Dormir bien.

Un sueño de buena calidad marca una gran diferencia en cómo nos sentimos mental y físicamente, por lo que es importante dormir lo suficiente. No se trata estrictamente de cuántas horas, sino de la calidad del descanso que tengamos.

8 Aprendizaje sostenido en cualquier área que sea necesario.

Las circunstancias actuales requieren que las personas desarrollemos habilidades superiores que nos permitan afrontar con agilidad emocional los cambios permanentes. Algunas de ellas son el incrementar la confianza en las propias capacidades, la orientación hacia el aprendizaje sostenido y la mejora continua para estar al nivel de los nuevos retos.